miércoles, 15 de mayo de 2013

Posted by Juan Rincones On 9:47 p.m.



“Venid y volvamos a Jehová; porque él arrebató, y nos curará; hirió, y nos vendará.” Oseas 6: 1. 


El modo de actuar del Señor es arrebatar antes de sanar. Este es el honesto amor de Su corazón, y la certera cirugía de Su mano. Él también hiere antes de vendar, pues de lo contrario sería una obra incierta. La ley precede al Evangelio; el sentido de necesidad precede a la satisfacción de esa necesidad. ¿Está el lector bajo la convincente y estrujadora mano del Espíritu? ¿Ha recibido el espíritu de esclavitud para temer otra vez? Esta es una saludable situación preliminar para recibir realmente salud y curación del Evangelio. 

No desesperes, querido corazón, sino acude presuroso al Señor con todas tus espeluznantes heridas, tus moretones, y tus llagas supurantes. Únicamente Él puede sanar, y se deleita en hacerlo. El oficio de nuestro Señor es vendar el corazón quebrantado, y lo hace con extrema maestría. No nos demoremos, sino que debemos regresar de inmediato al Señor del que nos hemos alejado. Mostrémosle nuestras heridas abiertas, y supliquémosle que reconozca Su propia obra y que la complete. ¿Acaso un cirujano hace una incisión y luego abandona al paciente para que sangre hasta su muerte? ¿Acaso el Señor derribará nuestra vieja casa, y luego rehusará construir una mejor casa para nosotros? ¿Acaso Tú incrementas desconsideradamente la miseria de las pobres almas ansiosas? Lejos de Ti el hacer tal, oh Dios.  (Este devocional correspondia al 14 de mayo)

La Chequera del Banco de la Fe.
Charles H. Spurgeon 
Traducción de Allan Román 

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